Si estas calles hablaran, ¿qué no contaran? De seguro no
bastaría una vida para poder escucharlas. Es que la lucha por la supervivencia
en ellas se da a diario, como en la naturaleza, pero de un modo estrafalario.
Las calles no olvidan y sufren en silencio, guardan en su
memoria infinidad de nombres que ha acogido a lo largo de su gran historia,
nombres de todo tipo de personas, personas con una vasta cantidad de historias
y otras que simplemente ignoran su alrededor y viven en su encierro mental y
físico quizá por sentirse más seguros.
La calle es la única testigo de todo lo que pasa sobre ella,
muchos prefieren callar y es mucho lo que pasa desapercibido porque la calle no
puede hablar. Si ellas hablaran,
acusarían a aquel policía que cruzó con su patrulla en el lugar donde no debía,
castigarían al sujeto que en su moto tomó como atajo la acera peatonal y casi
se lleva por el medio a una persona de tercera edad justo cuando la patrulla
policial le pasaba por el lado… y si ellas hablaran no mandaban a la cárcel al
inocente que fue culpado por defenderse ante un delincuente.
Es inclemente y sin embargo disfruta al ver a sus
trabajadores informales bajo el sol buscando el pan de cada día de sus familiares,
por ello no los exilia, sabe que ellos prefirieron ganarse todo con el sudor de
su frente a pesar de las facilidades que a veces ofrece el bajo mundo, el cual
tiene integrantes que no pueden ser juzgados porque al igual que a muchos en el
camino se les ha golpeado y la escasez de oportunidades hicieron que ellos
fueran considerados disociados. Sin duda está más llena de gente trabajadora
que de personas deshonestas, es solo que a veces lo malo sobresale por encima
de lo bueno.
Ella tiene sentimientos, y está triste por toda la sangre
que ha corrido en sus cementos (lo cual no perdona y por eso cada día se pone
más pesada), porque existen más comisarias que justicia, porque a diario la
ensucian sin pensar en consecuencias y descaradamente la insultan siendo ellos
los que la tienen en negligencia… Pero a pesar de todo, y de que las muertes
nunca cesan, tiene ratos de felicidad al verse siendo fotografiada, por una que
otra persona limpiada, se siente feliz al ver que la respetan y la convierten
en hogar, siempre trata de dejar lo malo atrás para poder darse a notar. Siempre
está diciendo “mírame, estoy llena de arte en todas partes, aunque parte de mi
arte sea rechazada por algunas clases sociales”. Ella es más que edificios y
estructuras arquitectónicas, ella también es algunos rincones de paz que sirven
para pensar, admirar y hasta olvidar.
Aquí nacen los sueños, se busca alcanzar las metas, se hacen
posibles muchos de los objetivos que otros vieron como imposibles, aquí se
esconde toda la grandeza de las personas debajo de una capa de esmog, aquí las
personas coinciden entre sí, unas se olvidan y otras se quedan juntas para toda
la vida… Aquí es donde la vida se expresa realmente tal y como es.
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